24 ene 2007

Acosada por los mails de un pretendiente

La historia que voy a contarles empezó fuera de la red. Conocí a Pedro en un evento que organizó la empresa en donde trabajo. Me invitó a tomar un café y me pareció encantador. Al día siguiente nos escribimos y le propuse vernos el fin de semana. Me contestó que no podía, le pregunté porque y me dijo que era casado. Como me parecía un tipo interesante decidí seguir escribiéndome con él. De vez en cuando hablábamos por teléfono, a veces yo intentaba seducirlo pero él siempre mantenía la distancia. No perdía oportunidad de mencionarme a su mujer o a los hijos. Así fue hasta que un día nos encontramos en la calle y me invitó a tomar algo. Acepté. Charlamos durante dos horas y aunque lo pasé bien, esa tarde le noté algo que no me gustó. No sé definirlo. Los días que siguieron intercambiamos muchos mails, a veces más de diez por día. Él insistía que quería volver a verme. Al final me convenció. Me invitó a comer a un lugar muy lindo y después estuvimos paseando por Plaza Francia. Ese día me tomó la mano y me besó. No sé bienproque dejé que me besara, la verdad es que el tipo ya no me gustaba nada, incluos me resultaba bastante cargante. Después de esa vez no volvimos a vernos por varios meses. Él me seguía escribiendo todos los días, a veces tres o cuatro emails por día. Sus emails empezaban a molestarme. Yo en esa época días había empezado a salir con un flaco que me gustaba mucho y se lo conté a Pedro para que tuviera en cuenta que yo ya no estaba sola. En los primeros tiempos pareció afectarle y dejo de escribirme tanto. Al cabo de unas pocas semanas volvió a empezar. Su insistencia me hartaba, no importaba lo que le contestara que él no dejaba de repetirme que quería volver a verme. Por entonces ya no mencionaba nunca a su mujer. No sé si se había separado o no, aunque supongo que no.
Así pasó todo el verano. Entretanto yo había dejado de salir con el otro flaco y un día acepté salir a cenar con él, sabiendo que lo único que deseaba era acostarse conmigo. El tipo no me cerraba pero... en fin, estaba con las defensas bajas y me deje llevar.
En lugar de ir a un restaurante me llevó a un departamento. Pidió sushi a un delivery y entre copa y copa de vino empezamos a besarnos y a tocarnos. Yo sentía una extraña mezcla de repugnancia y deseo.
En un momento dado, cuando los dos estábamos casi desnudos, le pedí que parara, que todo estaba llendo demasiado rápido para mí, que nos diéramos más tiempo. Milagrosamente el tipo me hizo caso "Te entiendo" me dijo mientras yo avergonzada me vestía. Me alcanzó hasta mi casa y cuando nos despedíamos le prometí que nos volveríamos a ver en los próximos días, aunque lo cierto es que yo no quería volver a saber más de él. El rechazo que me producía el tipo era mucho mayor que el morbo que me generaba la situación. Durante esa semana no dejó de escribirme y de llamarme por teléfono ni un sólo día. No había modo de que entendiera que no quería que me siguiera buscando. Hasta que un día estallé y lo reputée por teléfono pidiéndole que se olvidara de mí. De eso hace casi dos años. Nunca más me llamó por teléfono pero no dejó nunca de escribirme mails, a veces son mails cariñosos, otros enojados, otras veces obscenos. Al principio su insitencia despertó mi curiosidad, después recibir sus mensajes se convirtió en una rutina hasta que empezó a escribirme contándome que le parecía haberme visto en diferentes lugares, halagándome la ropa que tenía puesta, o mi nuevo color de pelo. Ahí empecé a sentir algo de miedo, sobre todo por que el tipo no dejaba de insistir en decirme que le pasan cosas importantes conmigo, que lo único que le pide a la vida es que le de una nueva oportundad, que sueña con el momento en que nos volvamos besar y cosas así. La historia al fin se terminó porque un amigo al que se la conté me ayudó a poner un filtro en mi cuenta de correo para rechazar sus mails.
Marcela (desde Buenos Aires)

3 comentarios:

Eliana dijo...

Esta historia tiene todos los elementos de una tragedia posmoderna. Histeria, asincronía, huídas, sexo, obsesión, desinterés. Desencuentro. Amor, ni por asomo.

Leo esto y pienso en lo solos que estamos a veces, con pareja o sin ella, en lo poco que sabemos decirlo y en todas las confusiones que se derivan de eso. En lo mal que amamos, dentro y fuera de la red (en definitiva, raras veces amamos sin red), porque confundimos amor con necesidad, entonces el otro se convierte rápidamente en un objeto que posibilita la huída. En alguien que en definitiva desconocemos, pero que nos saca de algún lugar para llevarnos a otro.

También podrían extraerse conclusiones de orden moral...pero no sé si tiene mucho sentido aplicarle la moral moderna burguesa (la última de la que tenemos noticias), a los derroteros amorosos posmodernos, donde ni siquiera aparece como decorado de fondo.

Hay una película de un director francés cuyo nombre no recuerdo, que pasó por el último Bafici. Trataba de un joven compositor obsesionado con una mujer que había “conocido” en una línea telefónica de encuentros. La obsesión comienza cuando, tras algunos encuentros sexuales, ella se niega a seguir viéndolo. Y termina cuando él la ve por primera vez (porque el requisito de sus relaciones era que fueran completamente a oscuras). No porque ella no sea hermosa (que lo es, y aparte la película es demasiado inteligente para caer en esa obviedad), sino porque la ve en su vida cotidiana: en lo que ella es, y no en la mujer que él había forjado en su mente, partiendo de su cuerpo. O también: del desconocimiento.

Creo que nada nos aterra más que sacarles la máscara a nuestras idealizaciones. Pero en tanto eso no sucede, nos persiguen.

La película refleja una comprensión notable de la dinámica de las relaciones signadas por el desconocimiento. Que son, vamos a decirlo de una vez, el pan cotidiano en esta época.

Andrés dijo...

Después de leer la historia de Marcela, hay muchas cosas que no entiendo. A ella no la entiendo, como mujer, ¿por qué tantas vueltas? Al principio el flaco te gustó, después decís que durante una tarde te diste cuenta de algo que no te gustó, después te comenzó a molestar, sus correos se volvieron una pesadilla, eso es lo que me imagino después de leer tu historia, sin embargo, después aceptaste encontrarte con él, y no sólo eso, sino que terminaron en la cama!!
La frase: “No sé bien porque dejé que me besara” me parece el slogan del histiriqueo, si vos te dejaste es porque vos querías, porque como escribiste al comienzo: “a veces yo intentaba seducirlo pero él mantenía distancia”.
Esa es la sensación que me quedó después de leer la historia de Marcela. Una gran confusión, no por parte del flaco, sino por ella.

“Me invitó a tomar un café y me pareció encantador”
“A veces yo intentaba seducirlo pero él siempre mantenía la distancia”.
“esa tarde le noté algo que no me gustó. No sé definirlo” (?)
“Él insistía que quería volver a verme. Al final me convenció”. ¿En qué quedamos, entonces?
“No sé bien porque dejé que me besara”.
“Sus emails empezaban a molestarme”
“Su insistencia me hartaba”
“Entretanto yo había dejado de salir con el otro flaco y un día acepté salir a cenar con él” (¿?)
“En lugar de ir a un restaurante me llevó a un departamento” (¡?)
“Yo sentía una extraña mezcla de repugnancia y deseo.”
“cuando los dos estábamos casi desnudos, le pedí que parara, que todo estaba llendo demasiado rápido para mí”

PD: Le recomiendo a Marcela la nota que publicó Jaime Bayly en la última edición de la revista Veintitrés, se llama: "Soy tu fan"

VaMpIrItAx__* dijo...

En realidad tu historia es bien confusa pero al mismo tiempo te entiendo un poco...al parecer algunos dias lo odiabas y en ocasiones percibi que igual te gustaba un poco ke el tipo fuera asi,ke un dia te mandaba mails que a ti ya te hartaban! pero a la vez despertaba en ti el interes de volver a juntarte kon el,aunque no es eso lo ke nos kontaste,yo lo percibi asi.
En fin bien confusa tu historia,te note insegura de las cosas ke deseas,un dia te gusta lo ke el hacia y al otro lo detestas.
Da mucho para hablar tu historia,yo no sigo porke kreo ke no terminaria nunka.
xao y suerte!ojala ke no te lleguen mas mails kon el filtro ese ke pusiste!A y cambia de celular ke de seguro te llamara..


bye!